LA INFLACIÓN

Podríamos definir la inflación cómo la subida continuada de los precios de los bienes y servicios que componen la Economía de un país o nación.

Una alta inflación hace perder poder adquisitivo a los agentes de la economía, puesto que, con el mismo dinero, pueden comprar menos bienes y servicios.

Normalmente los Bancos Centrales de cada nación usan los tipos de interés para combatir una inflación muy alta.

Subiendo los tipos de interés, hacen que sea más difícil acceder al dinero y los agentes de la economía consumen menos, con lo que los precios, al caer la demanda, acaban bajando.

Esto es un arma de doble filo, porque al “enfriar” la economía, puede que la desaceleración económica acabe en recesión.

Se dice que se entra en recesión cuando el crecimiento de la economía es negativo, en dos trimestres consecutivos.

La “tormenta perfecta” se daría si además de entrar en recesión, no se consigue controlar la inflación.

Este escenario se conoce cómo “estanflación”, y es una pesadilla para cualquier país o nación, por las dificultades que acarrea poder escapar de ella.

Podemos clasificar la inflación según su origen, cómo:

– Cíclica: la generada en concordancia con los propios ciclos de la economía.

– De costes: generada por el incremento de costes primarios: materias primas, etc.

– De demanda: generada por el crecimiento de la economía, de la demanda agregada de bienes y servicios, que hace que los precios de estos suban.

– Importada: una escasez de bienes en el comercio internacional (cómo ocurre actualmente), hace que los precios de estos se incrementen y las importaciones sean más costosas, aumentando los precio final de los productos.

 

Gestoría Bautista

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio