Invertir en criptomonedas

Invertir en criptomonedas es un “dilema” que cada vez se está haciendo más popular.

En este post veremos una pequeña introducción al apasionante y sorprendente “ecosistema” de las criptomonedas, que es en sí una especie de sistema financiero propio.

 

En él podemos encontrar mercados de cotización de las monedas, dónde podemos comprar y vender.

Podemos encontrar también préstamos para obtener criptomonedas y poder hacer trading con ellas.

Y en el lado contrario, tenemos también depósitos a plazo fijo o a plazo flexible, para generar rentabilidad con nuestros ahorros en dichas monedas.

Podemos tener también una tarjeta de débito VISA, con tecnología SWIPE, para poder operar con ella.

Funciona cómo una tarjeta prepago que se recarga con nuestras criptomonedas, y luego se puede pagar en comercios que acepten VISA, retirar dinero en cajeros automáticos tradicionales, etc.

Ella sóla hace la conversión de criptomonedas a euros, al tipo de cambio vigente en ese momento.

O bien podemos tener saldo en euros con anterioridad, generado a un tipo de cambio mejor.

Tenemos distintas plataformas dónde poder operar, o casas de Exchange, cómo Binance, Coinbase, Kraken, etc, que veremos en detalle en próximos posts.

En fin, todo un mundo financiero, ante nuestros ojos, dispuesto a ser explorado.

El mayor “inconveniente” que se le achaca a todo esto, pero que es en sí el pilar de su existencia, es que tenemos que tener claro que es un entorno descentralizado, desvinculado de cualquier Gobierno de una nación.

Es decir, no está regulado gubernamentalmente, ni garantizado por ningún fondo de depósitos. Cosa obvia, si atendemos a sus orígenes, que veremos en próximos posts.

¿Esto quiere decir que podríamos perder todo el dinero invertido? Pues cómo en cualquier inversión, la respuesta es: sí.

Ese riesgo lo tenemos que aceptar y asumir desde el principio. Es un riesgo inherente a toda inversión, pero en este caso concreto, es mucho mayor.

Estos mercados pueden ofrecer una grandísima rentabilidad diaria, incluso en cuestión de horas, pero a cambio tienen una gran volatilidad.

Es decir, se puede ganar mucho en horas, pero se puede perder también mucho, en minutos, por resumirlo de una forma muy drástica.

Llegados a este punto, debemos tener clara la regla de oro de cualquier inversión: NO inviertas dinero que necesites a corto o medio plazo, para evitar tener que vender con pérdidas.

Por tanto, la decisión de invertir en criptomonedas o no, es algo que cada uno tiene que decidir, aceptando y asumiendo el alto riesgo que ello supone.

A cambio se puede obtener una rentabilidad muy superior a la de otras inversiones, o bien, una pérdida también muy superior.

Cualquier ganancia o pérdida que obtengamos, está sujeta a tributación en el IRPF, cómo ganancia o pérdida patrimonial, y tenemos obligación de declararla.

En próximos posts veremos los orígenes de todo esto, conceptos básicos, el rey Bitcoin y resto de criptomonedas (conocidas cómo “altcoins”), con los proyectos que hay detrás de ellas.

Trataremos de analizar la, a veces, inexplicable volatilidad del mercado, y cómo un simple comentario en redes sociales, puede «agitar» todo el sistema.

Comentaremos algunas casas de Exchange, y cómo poder operar en ellas.

Estudiaremos también las «wallets» o carteras, dónde almacenar estas monedas, y poder enviarlas y recibirlas electrónicamente de otras personas, en cuestión de minutos.

Y veremos por qué estas monedas electrónicas pueden tener “valor” económico: una cuestión de confianza, que es lo que principalmente define al dinero tradicional.

Insistimos que invertir en criptomonedas, es una decisión personal.

Nosotros sólo tratamos de exponer información, que te ayude a tomarla.

 

Gestoría Bautista

 

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