Las previsiones de crecimiento económico para España, se han visto revisadas a la baja para el presente año, en el último informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
En dicho informe, la Organización empeora sus perspectivas para España, en cuanto a crecimiento económico:
A pesar de que España sigue creciendo a un ritmo superior a la mayoría de las economías desarrolladas, según sus previsiones, éste caerá cuatro décimas en 2019, situándose en el 2%, frente al 2,4% del 2018.
Para 2020 y 2021 estiman un crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) del 1,6%, lo que supone otra caída del 4%.
No son tan pesimistas sus previsiones en cuanto a la tasa de paro, a medio plazo:
La sitúan en torno al 14,2% para este año 2019, algo superior al 13,8% que estimaron en el pasado mes de mayo.
Pero pronostican una pequeña mejoría de dicha tasa para los dos siguientes años, situándose en el 14,1% en 2020, y en el 13,6% en el 2021.
En cuanto a las cuentas públicas, los datos previstos son algo peores que los estimados anteriormente, pero presentan una evolución positiva para los próximos años:
La deuda pública se situará en el 96,6% del PIB en el 2019, reduciéndose al 96,4% en el 2020, y al 96,2% en 2021.
El déficit público cerrará este año en el 2,2% del PIB, dos décimas por encima de la anterior previsión.
Pero se espera también una mejoría para el 2020 y 2021, situándose en el 1,8% y el 1,4% respectivamente.
Destacamos dos aspectos que indican en su informe:
– en España, la Administración Pública y las estructuras son lo bastante fuertes para poder progresar.
– hay que emprender reformas en inversiones, en el gasto público y en los ingresos públicos, en competencia y en el sistema de protección social.
Para ello ayudaría un gobierno en funcionamiento y sólido, lo antes posible.